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Alguien me dijo:

"Todo lo que pasa en la vida tiene una razón de ser, Dios no deja nada al azar"

...así mismo dile a los que están en la película contigo, que no todo fue planeado así, pero la idea general está plasmada en cada experiencia vivida, que el Dios del amor, que controla su creación no sabe del error, no puede equivocarse porque dejaría de ser quien es...

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viernes, 29 de marzo de 2013

¿Mereces lo que tienes?




Si la conclusión a la que se llega es que cada etapa de la vida debe vivirse, entonces el ahora en que vivimos, ya sea lleno de tristeza o de alegría, de sufrimiento o de euforia o tal vez de desazón, es un merecimiento para un posterior crecimiento, pensando en una vida espiritual con un pequeño tránsito en la materialidad de la existencia.

Si yo, tú y ellos merecemos lo que tenemos, probablemente sea difícil de aceptar que un momento triste sea merecido, y no estoy hablando de autoflagelación o de pago por pecados del pasado, sino del hecho que si así es nuestro ahora, debe aceptarse porque para posteriores momentos este ahora es necesario.

Ese inmisericorde instante, puede parecer la peor de las tragedias, sin embargo, ese difícil trasiego puede traer tras de sí, la fuerza necesaria para afrontar difíciles tareas y mayores responsabilidades en un futuro de constante movimiento y de mucho crecimiento personal.

Ahora que también existen los gratos momentos, ya sean en familia, entre amigos o con el ser que colma nuestras expectativas para formalizar un hogar, y estos llegan tal vez porque han sido provocados por actos de bondad hacia nuestros seres queridos, porque ese merecimiento está plagado del sorbo de la vida, que emana de la fuente principal dentro de un universo colmado de amor.

El secreto para vislumbrar nuestros merecimientos está en los demás, en ver a quién le dan y a quién le guardan, en saber que la vida es una constante fuente de sabiduría que se presenta a diario, en observar el comportamiento humano y sacar conclusiones con respecto a las acciones humanas y la generación de reacciones por cada acto.

Seguramente habrás visto como al malvado tarde o temprano la ley humana le hace pagar sus acciones malévolas, la enfermedad por ser natural al cuerpo humano no distingue entre buenos y malos, por ello no siempre puede estar antecedida de actos dañinos y como un medio de justicia divina para hacer pagar a los malos sus acciones demenciales.

Lo natural es enfermar, sin embargo tras la enfermedad puede esconderse un pequeño maestro que enseña humildad, tranquilidad, aceptación del ahora, tolerancia, respeto al dolor ajeno y ese maestro está al alcance de los seres que así lo necesiten y que por rebeldía no quieren comprender que nos necesitamos unos a otros…

Ragde 47
  

domingo, 17 de marzo de 2013

La ciudad de las sardinas andantes




En la ciudad de las sardinas enlatadas, en la ciudad donde las personas se someten a ciertas dificultades de desplazamiento digno, hoy escribo, hoy voy a echarle flores ya que me presentó la cara del arte, de los centros comerciales, de las masas en diversión múltiple y compartida.

Hoy por primera vez entre a cine, a mis 32 años, a pesar de haber visto muchas películas y de gustarme el arte mágico tras una cámara, no me había sido posible encontrarme directamente con una sala de cine, hoy sucedió el mágico momento, pase directamente al 3D, mirando a los Croods, muy buena imagen, excelentes paisajes, y sobre todo maravillosos el juego visual con la tercera dimensión.

En la ciudad de las distancias, un cinemark estaba tan cerca y tan lejos, quien no sabe es igual que quien no ve reza un dicho popular, y estaba convencido que para poder visitar una sala de cine, me tendría que desplazar hacia el centro, la realidad es que me olvidaba que en la gran ciudad, existen miniciudades, donde los hombres, mujeres y niños convergen construyendo cercanía.

La gran ciudad me presenta una cara positiva, no todo podía ser malo, ahora el descanso tiene mejores “proyecciones” para el futuro…

Ragde 47