De hábitos está llena la vida, entre más sanos mejores
resultados para nuestro diario vivir, lo difícil es mantenerlos a lo largo de
la existencia en este planeta, siempre habrá ocasión para desatender la manera
sensata de llevar la vida y caemos en las manos de la insalubridad, hablando de
hábitos dañinos para nuestro existir.
Qué no se coma los gorditos de la carne, que bájele a la
cantidad de sal, lo mismo al azúcar y las harinas, que haga ejercicio, que no
consuma comida procesada en fábricas, que descanse después y durante el
trabajo, que pase más tiempo con su familia, que no consuma alcohol en exceso,
el tabaco olvídelo, que invierta tiempo en usted, leyendo un libro, haciendo
eso que tanto le gusta, saliendo al campo, disfrutando la vida.
Tantas acciones a cambiar para nuestro bien, aun así nos
resistimos, las excusas acuden a nuestra mente, a partir de mañana, no estoy
tan enfermo, cuando esté viejit@ seguro, para que caminar si existen los
automóviles, uno se muere y nada se lleva, la vida es para vivirla ahora, y al
final la agotamos en tan corto tiempo que cuando acudimos al médico es porque
ya el desgaste es irreversible.
Y en ese momento nos volvemos exigentes, que la salud es
un derecho humano y gratuito, a pesar que nosotros fuimos los causantes de la
enfermedad, que lo paguen los contribuyentes, que merezco vivir, aunque no haga
nada por cambiar mi estilo de vida para no empeorar las cosas.
Y usurpamos el máximo derecho sin autocrítica, no miramos
nuestra contribución con el hacer social, pero eso sí, estamos dispuestos a
mover cielo y tierra a la hora de autosatisfacer nuestro ego de razones, porque
siempre tenemos la razón aunque esto sea nefasto para la comunidad.
Mi vida vale más porque es la única que tengo, la de los
demás poco me importa, bueno me importa un poco la de las personas cercanas,
familiares, amigos y conocidos, las demás desmerecen ante mi particular manera
de enjuiciar lo importante.
Y ahí vamos, en medio del caos causado por nuestro mal
proceder, tratando de llegar a lo más lejos posibles en la vida (hablando de
tiempo), sin intentar siquiera reprimir aquellos hábitos que finalmente nos van
a llevar a la tumba de continuar así…
Ragde 47