Muchos se ríen sarcásticamente porque la frase parece
emanada de algún perdedor, que justifica su derrota o su fracaso con una frase
filosófica.
Lo que no observan muchos de quienes critican la frase
es que allí se encuentra una de las vertientes del aprendizaje, ya que en las
circunstancias adversas se encuentran los grandes cambios que nos pueden llevar
a lugares que de otro modo no divisaríamos.
Quien parece ser un ganador en el ahora, fue un
derrotado en el pasado y gracias a estas derrotas aprendió a modificar su
actuar para así conseguir los logros del ahora.
Son los fracasos los grandes maestros de quien puede
llegar a ser el mejor en cualquier competencia humana, quienes se quedan con el
fracaso y continúan aplicando los mismos métodos, seguirán cosechando frustraciones
al no permitirse crecer en conocimiento y al no emplear técnicas alternativas.
La derrota trae un impacto fuerte a nuestro ser, pero
de allí podemos sacar la fuerza propulsadora que nos llevará al éxito sin lugar
a dudas.
Quien juega ajedrez es más consciente de lo que sucede
tras cada derrota y el avance que eso suscita en su manera particular de jugar.
Edgar 47