Cuando construyas una frase, una gracia o broma, una
reflexión, recuerda que no solo escribes para ti y para tus similares, allí vas
a encontrar:
·
Niños, inocentes y faltos de experiencia
·
Adultos conservadores, que pueden agraviarse con tus
libertades que lindan con el libertinaje.
·
Mujeres, de todos los matices, desde madres solteras
hasta solteras convencidas, que aunque no hagan votos de castidad, les repelen
las relaciones que minen sus libertades.
·
Religiosos que imparten sus creencias, a veces hasta
el aburrimiento, condenando cada intervención a lo mismo de ayer y de antier.
·
Y sobre todo puedes encontrarte con seres que pueden ofenderse
por todo o por nada, por la sencilla razón que se encuentran en un mundo que
vive el conflicto constante.
Haz de cuenta que te encuentras en un sitio público, y
que hay muchos ojos viéndote aunque no estén siempre a la vista, al igual que
tú los vez, ellos también quieren verte.
Por ello no puedes permitirte contar intimidades,
hablar a cuerpo y mente abiertas, soltar cada idea como si fuese necesaria
publicarse, intervenir a toda hora y en cada oportunidad, porque lo que sabes,
será más apreciado por quienes realmente se acercan a ti por quien eres, o
porque les importa conocer algo más que lo de todos los días…
Edgar 47
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