Caperucita Roja iba rumbo a la casa de la
abuelita, silbando su canción favorita, feliz de la vida, cuando en medio del
bosque se encontró con Blanca Nieves, quien algo agotada de cocinar para los
siete enanitos le sugirió a Caperucita que intercambiaran papeles.
Ingenuamente Caperucita aceptó pensando en
cambiar de aventura, sin pensar en las consecuencias del acto. Además pensó que
así podría alejarse de la posibilidad de verse frente a frente con el lobo
feroz y la que tal vez fuese enredada por el malvado lobo fuera Blanca Nieves.
Cuando Caperucita se encontró con Blanca
Nieves contaba con tan solo 7 años, cuando llegó a la casa a la que la había
enviado Blanca Nieves, se encontró con una pequeña casita con 4 habitaciones
donde dormían los enanitos y una alcoba acomodada para que durmiese la bella
Blanca Nieves.
La casita estaba reluciente, ya que antes de
abandonarla Blanca Nieves la dejó arreglada. Se sentó y esperó a que llegasen
los enanitos. Cuando estos llegaron, se encontraron con la sorpresa que ya no
estaba Blanca Nieves y a cambio se encontraba en su casa Caperucita Roja.
La discusión fue tremenda, algunos de los
enanitos querían que Caperucita se fuese de su casa, ya que al contar con tan
corta edad, difícilmente podría hacerse cargo de las responsabilidades que
implicaba cuidar de los quehaceres de la casa.
Caperucita también se estaba convenciendo que
para su conveniencia era mejor partir de allí, sin embargo, por alguna razón
que solo le atañe a los cuentos, terminó quedándose y haciéndose cargo de tan
difícil labor.
Pasaron cerca de 7 años, la niña ya era
adolescente, estaba agotada de la vida que le había tocado, por intervenir en
un cuento que no era el suyo. Cuando el príncipe pasó, no halló a Blanca
Nieves, y por lo mismo pasó de largo.
Decidió acercarse al bosque donde estaba la
casa de su abuelita, se encontró con una señora bonita y gordita, era Blanca
Nieves, quien al reconocer rasgos de Caperucita, la abrazó y la invitó a pasar.
La puso en antecedentes sobre lo que había
ocurrido. Le contó que cuando llegó a la casa se encontró con un lobo feroz
pachoncito, ya que se había comido a su abuelita, pero un leñador pasó cerca de
la casa y ella lo llamó en auxilio y entre los dos le sacaron a la abuelita,
aunque de tantas mordidas, su abuelita finalmente falleció.
Ella quedó perdidamente enamorada del
leñador, y finalmente en una aldea cercana se casaron, tomaron como hogar la
casita de la abuelita, ya que finalmente nadie la reclamó. Su esposo era
estéril por lo cual no tenían hijos. Ella hizo caso omiso a los llamados del
corazón por ir a reclamar su legítimo reino y decidió vivir como una campesina
más. Estaba feliz, ya que había pasado de cocinar y atender a siete enanitos, a
hacer lo mismo, pero para su ser amado.
Caperucita le contó su tragedia, por lo cual
Blanca Nieves la invitó a vivir con ellos y a que olvidara su triste pasado por
intentar cambiar el rumbo de las cosas escritas.
Caperucita encantada, empezó a ir a la
escuela, a jugar, a distraerse, a volver a recuperar parte de su niñez perdida.
Blanca Nieves contó con una compañera y amiga de tertulias y el leñador se
sintió feliz, ya que de alguna manera Caperucita fue la hija que jamás podría
tener de forma natural y vivieron felices como siempre pasa en los cuentos…
Ragde47