Me he puesto hoy a pensar respecto a quienes fallecen
de cáncer…
Y me doy cuenta que ellos son avisos gigantes para
quienes seguimos vivos en el planeta, que de nada sirve ir ahorrando para el
mañana si ese mañana se esfuma de nuestras manos en 3, 6 o 12 meses, según la
agresividad de ese cáncer.
Tal vez una vida entregada al trabajo diario lejos de
quienes queremos, no sea satisfactoria si no vemos el fruto de nuestros
esfuerzos, quizá la trágica muerte de los pacientes con cáncer que no logran
salir avantes en su lucha, sean el alto en el camino para que miremos más allá
del éxito que perseguimos con ahínco.
Una casa bonita, un carro, salud, viajes, amor,
placeres, ¿qué puede ser tan grande que nos empeñemos en dejar de vivir el
ahora?
El mañana vendrá, aquí o allá, pero las satisfacciones
vendrán de la vida que llevemos aquí en la tierra, si la hemos desperdiciado o
a lo mejor la hemos aprovechado al máximo y no tenemos concepto negativo de la
misma.
Lo que no debemos es esperar a que estás enfermedades
tan graves nos abran los ojos para ahí si decidirnos a vivir al tope todo lo
posible, a disfrutar lo no vivido, a entregarnos a derrochar vida, alegría, compañía,
cuando en la algarabía de la salud ni un instante le dedicábamos a reflexionar
sobre el tema.
No puede ser la muerte la única que nos abra los ojos,
la vida misma debe permitirnos ver la mejor manera de vivenciar la vida, pero
todo es relativo a las necesidades a llenar en la particular manera con que
llevemos el vivir.
Cada quien sabrá hacerlo a su modo…
Ragde47