Cambias un pensamiento y renace tu día, alivianas tus cargas, fortaleces tu alma. Qué sería si pusiésemos todos los días de nuestra vida en manos de la buena voluntad de Dios padre, andaríamos livianos y recargados a diario…
Solo es cuestión de amarte. Si alguien quiere estar contigo, estará, pero si no, le liberas de compromisos contigo, y le dejas libre para que viva como mejor le parezca. Todos somos importantes, pero no es necesario amarrar a los demás a nuestros pareceres, quien se complace en Dios, agradece cada día, aunque abunden los problemas, aunque no se suplan todas las necesidades, porque el alma que va a llegar más lejos se ejercita en esta vida en las dificultades…
Quien todo lo tiene, no agradece nada, quien poco o nada tiene, agradece desde un abrazo, un beso, un cariño otorgado, hasta la mano amiga que le ayuda en las dificultades.
Somos hijos de Dios padre y reconocerlo viviéndolo a diario, es parte de los logros del ser que se identifica con la deidad suprema en la creación universal...
No hay camino equivocado, solo seres humanos ignorantes de la magnanimidad de Dios padre…
Ragde 47