Vistas de página en total

Alguien me dijo:

"Todo lo que pasa en la vida tiene una razón de ser, Dios no deja nada al azar"

...así mismo dile a los que están en la película contigo, que no todo fue planeado así, pero la idea general está plasmada en cada experiencia vivida, que el Dios del amor, que controla su creación no sabe del error, no puede equivocarse porque dejaría de ser quien es...

Si te gusta compártelo en Facebook

domingo, 12 de febrero de 2012

La agente 006


Un cuento no muy bien contado

   La agente 006, jugaba en el juego de la vida, camuflada tras un trabajo cotidiano, en una agencia oficial del gobierno, transfiriendo alegría a su paso, tras una risa contagiosa de largo alcance. Ella no lo sabía pero en el juego de la vida siempre existe el contraespionaje, esta vez dirigido por el agente número Uno, el jefe de jefes, aquel que nunca se ha visto pero se sabe que existe.

Había enviado a un agente doble, de esos que no se sabe quién es, porque es original en su actuar, pero extraño para los demás agentes, con locura contagiosa, y de investigación silenciosa. El agente era desconfiado por naturaleza, sin embargo, vio en la agente 006 algo especial, podía ser él a cualquier hora, pues no existía juicio en ella, simplemente jugaba su juego y permitía el de los demás.

Ella sabía moverse en cada etapa del juego y se desenvolvía con propiedad, convirtiéndose con ello en una agente especial. Su avanzar diario, la hacia una maravillosa jugadora, ya que lo que otros agentes tardaban en ver, ella casi que de inmediato lo detectaba.

El agente de contraespionaje, cuya misión secreta no es posible revelar, empezó a ver más allá de lo que se ve a simple vista, y con táctica detectivesca colocaba pequeñas trampas a la agente 006 buscando con ello develar a la verdadera agente tras la cotidianidad.

Dice un adagio popular que tras cada gran hombre siempre hay una gran mujer, pero en los tiempos que corren aquella frase podría sufrir cierta modificación, y es que en el ahora con la inclusión social de la mujer, la frase podría rezar así: “toda mujer se merece un gran hombre”, y al parecer la agente 006 gracias al desenvolvimiento diario en el juego de la vida se había hecho merecedora de ese gran hombre.

Pero donde buscar, si la vida le enseña a la mujer a desconfiar de príncipes azules y de sapos que son hombres, o más bien de hombres que son sapos o besan como sapos, la idea es esa dijo el chapulín y la sacó del estadio.

Un corazón late, palpita, se acelera, bombea sangre, sin embargo, tras este musculo de constante trabajo, se encuentra la llave que abre la puerta del ojo biónico, aquel que permite ver más allá de lo que se muestra en el juego de la vida, y solo aquellos agentes con capacidad superior podrán acceder a ella, permitiéndoles avanzar hacia un camino común, donde lo que existe no es lo que se mira en la materia, sino lo que se posibilita en el nivel superior del entendimiento.

La gente 006 había encontrado esa llave, sin embargo esperaba que el agente de contraespionaje se diera cuenta, lo que ella no sabía es que él había aprendido a ver más allá y ya lo sabía, gracias al trino constante de un pajarito con alma de mujer, que trinaba a diario su hermoso canto.

Pero como no existe cuento sin dificultades, los términos del envío del agente doble al juego de la vida, estipulaban que era necesario que ella diese el primer paso, porque de esa manera se demostraba que ella era la agente buscada para una misión especial, solo ella podría romper las reglas sociales, las ataduras de una norma, el ceñimiento a las leyes que el agente no gustaba seguir, porque según él, maniataban a los agentes, convirtiéndolos en robots que asienten sin pensar.

Una mañana, la agente 006 se levantó con una llama interna que la llenaba, decidió jugarse el todo por el todo, sin importar el mundo, iba a lanzarse al abismo que antecede toda gran hazaña, ese salto al vacío que dan los mejores agentes cuando desean algo y empiezan la lucha por conseguirlo, decidió hacer de su vida un juego aparte, donde la protagonista fuera ella y los demás sus actores secundarios, en su actuar convertiría al agente enviado en parte de su nuevo juego y con ello conseguiría los puntos necesarios para llegar al nivel 47, donde podría hallar la verdadera imagen del agente doble, un agente que juega a lo que los demás juegan, porque ha aprendido a adaptarse y así conocer el juego de los otros agentes.

Todo cuento tiene un fin, un mensaje final, pero este que está contado por quién no se ciñe siempre a las reglas tiene un continuará… 

El pajarito trinador (segunda parte)
El agente doble R47 (tercera parte)

miércoles, 1 de febrero de 2012

Empezó a nevar


Tengo canas
Debe ser que ahora soy más sabio
¿o más viejo? Jajajaja
Debo indagar, o tal vez indagarme
Habría que preguntarle al tiempo

El irreverente se ríe hasta en los poemas
Pero menos mal que no tiene cura
De lo contrario sería un insípido momento
Y de lo desabrido solo quedan malos recuerdos

Una cana, es un joven que se muere (cabello)
Dos canas, ya son compañía (familia)
Tres canas, armaron revolución (sociedad)
Cuatro canas, la expansión a llegado y no hay marcha atrás (totalidad)
Conclusión, un paso te hace andar,
Y al caminar impregnas el momento,
Cada avance es contagio
Y la marca se arraiga en el interior

El saber del sabio no se pinta, se vive
La vejes del tiempo, es menos fuerza más acción
Saber y vejes caminan de la mano
Unidos por la experiencia

Otrora, a más años más respeto
En el ahora, más años y asoma el desprecio
Son tiempos cambiantes, con máquinas pensantes
Con un corazón de metal
Y una mente de plastilina
Maleable al poder de turno
Y llena…llena…no más bien vacía

Canas, la nieve poblando
Destellando luz en la oscuridad
Arañazos de experiencia y sinsabor
Marcando con el sello de la vida
El territorio superior del habitante

Confianza plena
Destello de ideas constantes
Encuentro interior
Arropo del ser
Caminar sabiendo
Soñar despierto, viviendo sueños
Errar, tachar y continuar
Saber y ser
Comprender
Ver y tener paciencia
Ver y dar consejo
Ver y callar
Ver…simplemente ver

Adicto al tiempo desechando el reloj
Hacer y tratar de enseñar
Identidad sin documento
Llenura sin malestar general

Un viejito se acerca
Lo espero, no hay afán
Que bello será conversar con él
Él sabe y yo estoy dispuesto a escuchar
Sus canas son el techo a su ser
Y los escalones que me llevarán a él…