Vistas de página en total

Alguien me dijo:

"Todo lo que pasa en la vida tiene una razón de ser, Dios no deja nada al azar"

...así mismo dile a los que están en la película contigo, que no todo fue planeado así, pero la idea general está plasmada en cada experiencia vivida, que el Dios del amor, que controla su creación no sabe del error, no puede equivocarse porque dejaría de ser quien es...

Si te gusta compártelo en Facebook

viernes, 14 de junio de 2013

LA SINCERIDAD PUEDE SER DOLOROSA



Dentro de mi personalidad yace la diferencia, para mi es más importante el ¿qué piensas de esto?, el ¿qué opinas sobre este tema?, al ¿cómo estás?, ¿qué haces? y demás temas de conversación que se suscitan entre amigos. Y es que me interesa más el saber sobre el pensamiento humano, que la cotidianidad de la vida humana.

Puedo estar postrado sobre una cama, dolorido o acongojado, y sé que me encuentro mal, sin embargo no es lo que deseo que los demás sepan, porque puede llegar la compasión, la lastima ante el sufrimiento ajeno, y aunque a veces es bueno un abrazo sincero, una voz de aliento, el pobrecito, puede ser fatal para quien desea recuperarse.

Por ello me intereso más por ver cómo anda el mundo en su conjunto y no las personas en sus individualidades; pero también sé, que si ante el saludo fraterno hago una manifestación directa, sobre mi inconformidad frente a un saludo que desea saber cómo me encuentro en ese momento y poco se ocupa de saber que estoy pensando, sobre qué ando divagando, solo voy a crear un problema en quien saluda.

Probablemente muchos dirán que prefieren una persona sincera, pero ante el hecho de una verdad que no les gusta, no van a estar dispuestos a aceptarla y se van a sentir ofendidos, dando por conclusión, que la sinceridad no es para todo el mundo.

¿Quién está dispuesto a recibir verdades dolorosas? Tal vez pocos o ninguno, y es que si basamos nuestras vidas en la búsqueda de momentos felices, ante la probabilidad de un momento difícil, tal vez tratemos de evadirlo. El tacto para saber ante quién promulgar nuestras verdades y a quien ocultar las mismas, nos lleva a hacer de nuestras vidas un conjunto de felicidades verdaderas y de felicidades fingidas.

Porque finalmente, si pronunciáramos ante las personas todas nuestras ideas, probablemente viviésemos en un mundo de dolor constante y no le haríamos ningún bien a la sociedad  en la que vivimos. Callar es de sabios, pero entender por qué tal vez nos tome mucho tiempo.


Ragde 47

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.