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Alguien me dijo:

"Todo lo que pasa en la vida tiene una razón de ser, Dios no deja nada al azar"

...así mismo dile a los que están en la película contigo, que no todo fue planeado así, pero la idea general está plasmada en cada experiencia vivida, que el Dios del amor, que controla su creación no sabe del error, no puede equivocarse porque dejaría de ser quien es...

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viernes, 12 de diciembre de 2014

ADOLFO Y JESÚS 1/47



Dos versiones de la vida

Para comprender el mundo, no basta solo ver con los ojos…

Adolfo y Jesús, los personajes de esta historia, fueron  amigos en su adolescencia, pero al pasar los años perdieron contacto entre sí, y por los avatares de esta vida, volvieron a reencontrarse tras tres décadas de no relacionarse.

Adolfo, creció en un mundo plagado de machismo. Su padre era el mecánico del pueblo, quien se ausentaba en el hogar los fines de semana habitualmente, su madre era ama de casa, pero dificultosamente tuvo que tratar de educar a 6 hijos, ya que su educación solo le alcanzó para aprender a medio leer y escribir.

Jesús por el contrario, creció rodeado en su hogar de ciertas libertades femeninas, pero en el medio social en el que se desenvolvió, tuvo que vérselas con un constante herir a sus seres queridos, ya que tenía tres hermanas y la sociedad de su pueblo acostumbraba trasgredir ciertas normas de comportamiento humano y en cierta manera, sus hermanas  tenían que tratar con cierto acoso por parte de los hombres de aquél pueblo en el cuál crecieron.

Ellos se desarrollaron en el Porvenir, un municipio afincado en la basta cordillera Central Colombiana, con un clima templado y aire puro de recién nacido, corrían por las afueras de la población un pequeño rio y dos quebradas, que le daban cierta humedad al ambiente.

Cuando los dos eran niños, se divertían en la plaza central del municipio, practicaban los deportes más promulgados por la televisión, el fútbol y el ciclismo. De vez en cuando jugaban a la golosa o rayuela, a la lleva, trompo y cuanto juego infantil les era endilgado por las personas de más edad.

En la escuela su comportamiento no siempre fue el mejor, sobre todo las quejas se las proferían a los padres de Adolfo. Y consecuentemente al acto, la reprimenda en casa llegaba de manos de sus padres con golpes  e improperios propios de quien considera que la educación se atiende mejor con frases como: “la letra con sangre entra”.

El pobre Adolfo fue creciendo con resentimiento hacia sus padres, él no entendía por qué alguien que decía amarlo, la emprendía a golpes como si él fuera un enemigo. Sus heridas sanaban, pero el odio y el rencor se fueron afianzando en su interior.



Cada encuentro con Jesús era un alivio, ya que en él encontraba buenas palabras y una voz de amistad. La confianza que en él depositaba, le permitía desahogarse y no reprimir sus sentimientos heridos.

La mañana en que se reencontraron, el más feliz con el encuentro sin lugar a dudas era Adolfo, a él no le quedó un amigo entrañable cuando Jesús viajó para Bogotá a seguir estudiando, él espero por mucho tiempo a que Jesús regresase, pero esa circunstancia nunca acaeció. Los motivos pronto serán revelados…


Ragde 47

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