Lo que no se vuelve práctica diaria, en cuanto a hacer
el bien, se definiría como una bonita teoría, palabras bellas, hermosas,
plasmadas en el papel y nada más.
La maestría del saber está en parte en el conocimiento
y la otra en la experiencia actuante, dice el dicho, la práctica hace al
maestro. Mucho puede decirnos las diferentes teorías que se prediquen en
púlpitos, salones de conferencias, en libros, en conversaciones cotidianas o
ahora en éste mundo virtual, pero sin la parte de las acciones, de la
experiencia de vida, realmente no propagamos el bien.
Haciendo el bien ayudamos a la creación, haciendo el
mal tan solo la retrasamos, el rio de vida que conduce al mar de bienestar,
puede tener obstáculos aparentemente insalvables, pero el cauce inmenso de lo
creado para bien, de seguro desbordara y llegará a su fin previamente trazado.
Hay una diferencia de crecimiento espiritual entre
cada ser humano, pero a nosotros no nos compete el decir o decidir quien está
un peldaño más arriba y quien lo está más abajo. No tenemos las herramientas,
los conocimientos, ni la medida infalible para hacerlo, lo que puede ser
aparente en nuestro criterio particular, podría ser mentiroso en lo real.
Por lo mismo es mejor dejar dicha decisión en quienes
seguramente nos esperan más allá de la vida estrictamente material, a nosotros
nos queda buscar maneras de vivir en acuerdo con nuestras convicciones de
bienestar, individual o general.
Algunas frases que llevadas a la práctica podrían
hacer del mundo, un mundo más llevadero.
Haz el bien y no mires a quién…
Trata a los demás como te gustaría ser tratado…
Busca el beneficio general por sobre el particular…
Ama a tu prójimo como te amas a ti…
Da consejo a quien te lo pide…
Somos hermanos, porque todos somos hijos del mismo
Dios…
No te inmiscuyas en la vida del otro, respeta la
privacidad…
Ayuda siempre que puedas, según criterio dictado por
el corazón…
No armes tormentas mentales, la realidad es más
hermosa de lo que imaginas…
Todo cobra sentido, cuando comprendes quien dirige…
La maldad tiene sus días contados…
En las dificultades pide ayuda…
Vive a plenitud, quizá mañana no llegue…
Aplica en tu vida, los buenos deseos que infieres en
los demás…
Provoca a la vida, dando vida…
El amor es la moneda divina…
Ama tu casa (planeta tierra)…
Cuida tus bienes espirituales…
Habla con el cielo…
Sé el faro de los perdidos o atiende el faro si tú
eres el perdido…
Alimenta el alma según entiendas…
Sé productivo, mira que hasta el desierto lo logra…
Dios padre tiene confianza en ti, en los demás y en su
creación…
No le saques excusas a la vida, vívela tal y como se
presenta…
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