La frase "los buenos somos más", da a pensar que dentro de la sociedad existen más seres llenos de bondad que de maldad. ¿Pero quién podría saberse como realmente bueno?, tal osadía solo cabría en una mente perfecta.
Ahora, quién puede definir esa bondad, tal vez un parecer social, un comportamiento acorde con lo exigido por la sociedad que nos rodea, un acatamiento a las reglas de una religión cualquiera que esta sea, el señimiento a unas normas éticas, o quizá sea, la no permisión de nuestros deseos que se juzgan como malos, la represión de la satisfacción personal que perjudica a alguien más.
¿Quién es bueno?, solo aquél que no ha cometido actos malos, solo aquél que no tiene nada que ocultar, solo aquél que es transparente en su diario vivir, solo aquél que ni siquiera en su imaginación concibe actos que dañan, solo aquél que vive tranquilo gracias a su actuar diario, solo aquél que no juzga, porque comprende el parecer y la visión del otro.
Si se diera una clasificación de maldad a bondad, donde la maldad pura se califica en cero y la bondad pura en cien, en ese standard unos más que otros, iríamos encajando dentro de un número determinado entre 0 y 100, donde nadie estaría en el cero absoluto y mucho menos en el cien de bondad.
¿Quién es bueno o quién es malo?, solo el individuo puede juzgarse sin temor a equivocación y a él solo le compete saber su realidad...
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