He sabido de religiones que se toman tan en serio su
papel que desdibujan al Padre, empalidecen la vida y no se permiten vivir.
Con tanto pecado por evitar, con tanta restricción y
prohibición, el denominado pecador no puede ni reír en las ceremonias
religiosas, le quitan lo bello del vivir, por fortalecer la estricta formalidad
secuencial de la correcta manera de ofrecerse a Dios.
Es pecado mostrar hasta el cuerpo en algunas religiones
(las piernas peludas felices de la vida), es pecado sentir placer (peor aún, es
pecado procrear para algunos líderes religiosos), es pecado sonreírle a la
vecina (así esté bonita), y así no puede ser sencillo para quien desea buscar a
Dios, con tanta restricción.
Por eso, la irreverencia hacia el mismo Dios, puede
llegar a ser plausible, si con ello se logra, hacer de los ciudadanos mejores
personas, más alegres, más comprometidas con el bien ajeno, con la colaboración
mutua hacia fines sociales.
Veo religiosos, incómodos con el pecador, que aunque no
ha matado, es incómodo por su particular manera de ver y vivir la vida, despreocupado
por su salvación, en base a la recurrente ausencia en la casa de Dios.
Si supieran que Dios no habita afuera en el frio edificio armado para vanagloria de los hombres, sino que se acomoda en cualquier rinconcito del corazón humano, esperando que su dueño, lo arregle, lo adorne y evoque su nombre, para ofrendarlo a la verdadera religión…
Si supieran que Dios no habita afuera en el frio edificio armado para vanagloria de los hombres, sino que se acomoda en cualquier rinconcito del corazón humano, esperando que su dueño, lo arregle, lo adorne y evoque su nombre, para ofrendarlo a la verdadera religión…
Dios padre no es Dios de alturas, no es de cielos
distantes, de casas sagradas en piedra, de nombre, es un Dios hecho para la
medida de cada ser humano, de acuerdo a su particular manera de ver y vivir la
vida espiritual, un Dios que se acomoda a la imagen y semejanza que el hombre
le quiera dar, igual, él no se va a incomodar ni siquiera por quien pueda ver
la vida a blanco y negro, sabiendo que es más bello disfrutarla a color…
Si puedes, no cuadricules la vida, es más edificante la curvilínea
manera del altibajo de esa montaña rusa, que te lleva a cambiarlo todo, por una
vida consagrada a un Dios que sabe que aún debes crecer, para poder comunicarte
diariamente con él.
Dios el sencillo, no complica nada, es el mismo hombre
quien tiende a complicarlo todo…
Ragde47
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