El hecho de que no haya dos medidas totalmente iguales,
dos relojes con el mismo horario aún en los milisegundos, implica que esta vida
está llena de problemas a solucionar por donde se le mire y no ha, ni va a
existir un control total sobre la complejidad de la vida.
No es sino encontrar un punto de equilibrio para que el
menor soplido del viento eche al traste dicha tranquilidad.
Mira a tu alrededor y verás a personas en su lucha
diaria, desde el amanecer hasta al anochecer, en su mente, en su comunidad, en
su trabajo, en su familia, en su ser.
Entre mayor sea el tiempo de experiencia, parece ser que
la vida nos ofrece problemas más grandes y de mayor complejidad, aún peor si el
crecimiento es espiritual, el caos no se desarrolla en el exterior, comienza en
la interioridad del ser.
Lo correcto y lo incorrecto hacen mella en la moralidad, y
empezamos a pelear a diario con cada paso que damos, si voy a la derecha
empiezo a trastabillar, si me acerco más a la izquierda me sonrojo por lo que
implica, si me adelanto miró hacia atrás para ver lo que puedo llegar a dejar,
si retrocedo sale mi ego herido.
Sin embargo algo fuerte tira de cada uno de nosotros para
no desistir en el empeño de seguirle apostando a la vida particular que
llevamos. El cansancio requiere descanso y un nuevo recargue de ánimo para
continuar. Los problemas nos van a seguir acechando a diario, pero eso no
significa que seremos vencidos, por el contrario parece ser que saldremos de
aquí fortalecidos con el entrenamiento diario.
Los creadores de la vida decidieron que así fuera y a
nosotros nos tocó vivirlo, por voluntad o por apropio de lo legado por nuestros
padres y ancestros, y ante esta realidad, nada puede pararse, por ello en su
momento Hitler hizo lo que hizo. Lo más probable es que ante cualquier
situación de la vida, ningún ser superior intervenga para darnos tranquilidad
hasta el fin de nuestros días.
La dificultades van a venir en masa al final de nuestros
días, no es para desesperar, pero si es bueno saberlo y tenerlo en cuenta para
no zozobrar antes del tiempo requerido. Las enfermedades, la situación social
de la comunidad integrada, el desapego de nuestros familiares, el normal
desarrollo de lo que es e implica la vida.
Ragde 47
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