Sentir, cada parte de ti,
Llevarte de la mano a donde quieres
ir...
Comprometerte más allá de un te
quiero...
Saber que existes y que sin ti no
llegaré a donde quiero ir...
Romper mis barreras mentales, sacar lo
mejor de mí,
Entender el mundo a través de ti...
Ver lo bello, porque estoy cerca de
ti,
Con risas y sonrisas,
Con un mar de emociones que solo
precipitan,
Mis besos, mis caricias, mi sentir...
¿Y tú solo quieres un beso?
Tal vez, me quieres demasiado
Y no quieres desgastar mis labios...
Solo quiero un beso pero que sea
eterno
Un beso que siempre me lleva al cielo
Un beso que siempre nos permita ser
uno solo
Quiero un beso que sea la luz de cada
amanecer...
Si hablamos de eternidad,
El tiempo pierde vigencia cuando dos
seres se vuelven uno...
Tú me enseñaste a sentir,
A permitirme ver por la ventana del
sentimiento expresado,
De poder besar sin reprimir los
sentimientos por quienes queremos,
Por quienes amamos,
Por aquellos seres que nos hacen más
agradable el tránsito por el mundo,
Porque de alguna manera,
Fuiste mi maestra no buscada, pero si
hallada...
No te pido la luna,
Porque en mis pertenencias tenía una,
Luego apareció el sol,
Te lo regale y hoy lo llevas puesto...
Un ser yace hoy por hoy en tu vientre,
Yo, depositario de una parte de quien
es,
Desearía verlo crecer...
Tal vez dentro de ese mar inmenso de
las posibilidades,
No llegue a ser un buen padre,
Quizá me pierda entre lo que quiero y
lo que es...
Yo siempre apuesto por la vida,
Pero no siempre hago las cosas bien,
La perfección es mi meta, y a tu lado
será nuestra...
Como diría un poeta, como expresar lo
que siento,
¿Si lo que siento ni yo mismo lo
entiendo?
Sé que no es fácil y dímelo a mí,
Pero desde el mismo día que sé que
existe dentro de mí
Lo amo igual que a ti.
Y yo siempre digo:
No existe en el mundo de los mortales
la perfección…
Una caricia, detrás de cada beso,
Un susurro, un suspiro, cada
respirar...
El dulce sabor del amor,
Me llena, me envuelve, me sabe a
gloria,
Solo en tu cuerpo me hallo...
Verte desnuda,
Impregna mi cuerpo de esa fuerza que
busca saciar su hambre de ti,
Porque el alimento sagrado ha sido
servido
Y desea ser consumido lo antes
posible...
Y donde, si no es en la mesa cubierta
de sabanas,
En el suave algodón que se presta,
Para que dos cuerpos se embriaguen
hasta la saciedad...
Donde el uno no puede dormir, sin que
el otro la habite...
Donde la fundición de los cuerpos,
Los lleva al éxtasis total,
Sin que ellos sean capaces de
controlarse...
Donde el amor teje a cada rato...
Donde el producto final es el placer,
Donde cada exhalación es una muestra,
Que por poco morimos en el acto...
Y así,
El palpitar recurrente de cada
corazón,
Entrelazados por un mismo pensamiento,
Hace del amor,
La mejor razón para vivir...
Edgar y Liliana
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.