La
idea de la navidad de ahora es una constante sonrisa, un sinnúmero de alegrías
y mucho compartir.
Así
que en estas navidades me voy gozar cada circunstancia que se presente, a los
malos momentos buena cara y a los buenos una mejor.
Ya
armé el arbolito, el pesebre, coloqué unas luces navideñas, porque las alegrías
deben adelantarse como los buenos regalos, a los amigos un brindis por similares
días, a la familia un momento de compañía y al amor, muchos momentos
compartidos.
Celebraré
lo que hace ratos no he celebrado, me he alejado de la religión tradicional y
por lo mismo he sido evasivo de ciertas ceremonias que antes celebraba. Por las
demás personas voy a vivir su religión, como muestra de la aceptación de los
demás, mi religión seguirá siendo diferente, pero no por ello evitaré compartir
espacios donde la reflexión se hace de otra forma.
Trataré
de callar mi voz en los medios que la red me ofrece, por lo menos durante este
Diciembre, evitando así la palabra hiriente, igual quien siembra no siempre
recoge, así que mi sembrar será una constante el próximo año, sin esperar
grandes cambios, simplemente sabiendo que alguien más recogerá.
Si
la alegría es contagiosa, para que evitar la epidemia de sonrisas. Los afectos
deben expresarse, los distintos caminos por un instante deben encontrarse para regocijar
el alma.
Un
mal año es más llevadero con compañía, un problema encuentra solución al lado
de una mano amiga y un destello de luz colma el espíritu de felicidad…R47
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