Ojitos azules me miraron desde el cielo,
Sonrosada y vigorosa se acercó a mí,
Sonriente y coqueta aceptó mis besos,
Su mirada pícara me encantó…
Ella, la niña bonita,
La hermosa mujer,
La ternura florecida,
Abrazó mi vida…
Me volví el guardián de sus sueños,
Me hice hombre con ella,
Comprendí su regalo,
La inocencia se refugió en mí…
Ella, el amor pequeño,
La radiante luna,
Con su tenue luz,
Iluminó la sombra de mi ser…
Con ella a mi lado,
Un salto bajo su amparo daré,
Ella será mi seguro de vida,
El tesoro más grande puesto en mis manos…
La tomaré de la mano bajo la lluvia,
Subiré montañas, solo por acompañarla,
Y si así lo quiere,
El ancho mar, estará bajo nuestros pies…
Bajo el cielo la cuidaré,
En las oscuras noches trataré de iluminarla,
Seré un cuento renovado,
Solo por complacerla…
Ragde 47
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